Antiguamente el reloj era un objeto para toda la vida, y que se dirigía a un mercado muy reducido. Era normal comparar las horas para ver cual de los relojes era más preciso durante la época de los relojes mecánicos, manuales y automáticos.
Con la aparición del cuarzo, los japoneses consiguieron ofrecer al consumidor un producto barato y preciso, poniendo en jaque a la industria relojera suiza. Muchas fábricas cerraron, y otras pasaron por un proceso de restructuración. Hace 15 años (1977) la industria relojera suiza tenía 90.000 puestos de trabajo, y ahora apenas llega a un tercio.
En 1976/77 los relojes japoneses comenzaron a estar en auge. Era la producción a bajo precio.
Las marcas japonesas son líderes del mercado mundial en cuanto a cantidad, estimándose una producción de 820 millones de unidades el año pasado.
Por otro lado, países como Hong Kong, China y Corea comienzan a tener una palabra en el mercado de la relojería. Actualmente se estima que la producción de relojes hechos en Hong Kong acabará siendo superior a la japonesa.
En el inicio de la década de los 70, la precisión de los relojes mecánicos suizos fue superada por la exactitud del cuarzo, y como agravante un reloj de cuarzo cuesta mucho menos dinero de producción que un reloj mecánico. En 1989 Seiko volvió a estar en el candelero al lanzar el primer reloj de cuarzo sin pila, el Automatic Generation System.
En Portugal, Citizen y Casio son líderes, con ventas que superan las 200 mil unidades. Por detrás tienen en orden decreciente a Timex, Cosmos y Swatch respectivamente, con unas 125 mil, 104 mil y 100 mil unidades.
Diario Público, 1992
Nota: Los "Automatic Generation System" era el antiguo nombre con el que se nombraba en Seiko a los Kinetic.