Casio lanzará durante el próximo mes de julio una edición limitada de su MTG-B3000 llamada "Aurora Oval", y que llevará por denominación MTG-B3000PRB-1AER. Destaca en este modelo el frontal (ya sabéis que los MTG tienen caja de resina) metálico con esos acabados en arcoiris que tanta pasión despiertan en algunos (y tan buena acogida, y por lo tanto ventas, reciben). Este exclusivo acabado hará al MTG-B3000 aún más elitista de lo que es y, por lo tanto, su precio subirá hasta los 1.400 € (para España).
A cambio encontramos un reloj Triple G Resist, Bluetooth, Tough-Solar, Multiband 6, cristal de zafiro, y caja CFRP (que en Casio ya sabéis que llaman Carbon Core Guard).
Tras la capa IP a color para darle ese tono de arcoiris, en G-Shock la han cristalizado con DLC consiguiendo un efecto -dicen ellos- "de una aurora boreal vista desde el espacio". Efecto que, dicho sea de paso, tendrá ligeros cambios en cada reloj puesto que la mezcla de colores no es siempre uniforme y sigue un patrón un poco aleatorio.
Al hecho de no formar un bloque compacto en la caja, sino dejar la protección de la parte central donde esté el módulo incrustado a la resina, Casio le llama "Dual Core Guard". Es curioso que en modelos más elitistas de la propia G-Shock sea precisamente al revés, es decir, la caja sea un monobloque, ¿cual es mejor y más resistente, por tanto? Depende quién te lo diga. Si recurres a Casio, si lees sobre sus modelos monobloque te dirán que son esos más resistentes, pero si lees luego sobre sus modelos Dual Core te dirán que lo son esos. Como nadie certifica esta supuesta resistencia ni de qué tipo es o a qué grados responde o bajo qué circunstancias, queda totalmente a la consideración de cada uno el creer qué sistema es mejor. Pero esta aparente contradicción es muy habitual en G-Shock, modelos totalmente antagónicos entre sí (ya lo hemos visto históricamente con las cajas de metal y resina, o con los cristales de zafiro y minerales) resulta que luego según se vea unos son superiores a otros. Es el inconveniente de no tener un organismo independiente que certifique realmente todas estas resistencias (como sí poseen los estándares militares), y entonces nos encontramos con que según le convenga desde el punto comercial a la marca, un reloj será mejor que otro dependiendo del momento, del tiempo, del día de la semana, de la época del año..., o del capricho de quien redacte la nota de prensa. Como veis, algo totalmente expeditivo.
Volviendo al MTG-B3000PRB-1AER, como G-Shock busca antes de nada la espectacularidad, por lo que nos encontramos con un llamativo acabado violeta en la correa, que además es traslúcida, y una hebilla con recubrimiento también a color. Lástima que se hayan olvidado de recubrir el pasador de dicha hebilla y, como podéis ver en algunas de las fotos, el contraste no es muy bueno. Son esos pequeños detalles los que hacen que uno no acabe de verle la ventaja de estos relojes cuando los comparamos con modelos elitistas de otras marcas de renombre, a similar precio. También el hecho de haber reaprovechado la trabilla poniéndole el acabado cobrizo de otros modelos -que en este no pega ni con cola- nos deja ver que quien pague los casi 1.500 eurazos por este reloj tiene que gustarle mucho, pero mucho, G-Shock, y ser un adicto incondicional de la marca. Pero bueno, también entendemos que hoy día, tal como están las cosas, estos relojes tienen que vender ante todo por su colorido, y da igual lo bien rematados que estén o el detallismo que posean, lo que importa es cuantos más brillos mejor, y cuanto más estridentes sean y más llamen la atención, más van a atraer a los incautos compradores. Como las hembras que se dejan cautivar por los plumajes coloridos de los urogallos para llevárselas al catre. Lo mismo.
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